Los sacrificios de la Reina Letizia por el Rey Felipe y el triste destino de su diario secreto

Desde que aceptó la propuesta de matrimonio del Rey Felipe, para la Reina Letizia su vida ha dado un giro completo, en el que ha tenido que asumir una serie de sacrificios, para los que nunca estuvo preparada, aunque los ha sabido resolver a fuerza de su tenacidad. 

Apenas había cruzado la barrera de los 30 años cuando Letizia Ortiz tomó la decisión más trascendental de su vida: convertirse en la Consorte del futuro Rey Felipe y ser la madre de la heredera del trono. 

Para poder adecuarse a las necesidades del cargo dentro de la Familia Real, la Reina Letizia debió abandonar el periodismo, una de sus grandes pasiones. De hecho, abandonó el "Telediario" (La 1) casi sin poder despedirse de nadie. 

En su blog para la revista Lecturas, Pilar Eyre recuerda que la Reina Letizia “tuvo que dejar su profesión, que la apasionaba, y se trasladó a vivir a la sombría Casa del Príncipe, donde estuvo meses recibiendo clases de Protocolo, Historia, Inglés, Religión…”.

Al poco tiempo, asegura la periodista y escritora, Doña Letizia se dio cuenta de que iba a pasar el resto de su vida “sin poder intervenir en los preparativos de su propia boda ni de su existencia futura”.

Fue en ese momento en el que comenzó a confeccionar un pequeño diario, en donde tomaba apuntes de las lecciones y dejaba asentado lo que no le gustaba. Pero esos escritos terminaron en una chimenea de la Zarzuela, debido a la negativa del Rey Felipe, que temía que cayeran en las manos equivocadas.

Tan simbólico como cierto, junto a esas hojas no sólo se quemaban algunas de las primeras impresiones de la Reina Letizia sobre la vida dentro de la Familia Real, sino también la mitad de su historia de vida, que tuvo que volver a empezar.