Los números del Príncipe Enrique y Meghan Markle que indignan al Reino Unido, no se lo perdonan

Las aguas nunca son calmas dentro de la Familia Real británica y mucho menos para el Príncipe Enrique y Meghan Markle, casi abonados a las polémicas desde mucho antes de abandonar "la Firma" para radicarse en los Estados Unidos. 

En medio de las repercusiones por la publicación de "Spare" ("En la sombra"), la biografía del príncipe en la que revela algunos detalles de su vida dentro de los Windsor, el Rey Carlos tomó la decisión de desalojar a su hijo menor de Frogmore Cottage, la residencia que la mismísima Reina Isabel le había otorgado cuando este se casó con Meghan Markle. 

Sin embargo, unos días después de que se confirmara que el Rey Carlos había invitado al Príncipe Enrique y a Meghan Markle a su coronación, prevista para el 6 de mayo en la abadía de Westminster, la prensa británica reveló que el Duque de Sussex no pagó nunca el alquiler de la propiedad en los últimos tres años. 

A mediados de 2020, el Príncipe Enrique y su esposa anunciaron su renuncia a sus obligaciones reales. En ese momento, se informó que la remodelación de la mansión, pagada con dinero público, costó 2,4 millones de libras y que pagarían un alquiler mensual, para utilizarla en cada viaje al Reino Unido.

Pero el diario "Daily Mail" reveló que el Príncipe Enrique y Meghan Markle acordaron con el Palacio de Buckingham evitar esa erogación. El dato que se conoció ahora es que el pago de la reforma eliminó las obligaciones de alquiler, por lo que se ahorraron 230.000 libras anuales, lo que arroja una cifra final de 690.000 libras (787.000 euros). 

Un portavoz de Buckingham respondió, ante la consulta del medio: "Los Duques de Sussex hicieron un reembolso a la Subvención Soberana, cubriendo la remodelación de Frogmore Cottage. Cumplieron con sus obligaciones financieras con respecto a la propiedad. De acuerdo con las prácticas habituales de la Subvención Soberana, esta contabilidad fue examinada y aprobada por la Oficina del Tesoro".

A pesar de la respuesta oficial, la situación ha generado revuelo en el Reino Unido y fueron muchas las voces que se alzaron en contra del hijo del Rey Carlos. "Es indignante que Harry y Meghan puedan vivir en una casa enorme en estos términos, mientras la gente normal lucha por poner comida en la mesa", reclamó Norman Baker, exintegrante del parlamento.

Por obra u omisión, está claro que cada movimiento del Príncipe Enrique pone en aprietos a su familia y deposita a los Windsor, otra vez, en el centro de las miradas.