Al funeral de la Reina Isabel fueron convocados más de 2.000 invitados, todos llegados desde diversas partes del planeta. La mayoría formaba parte de Familias Reales, Jefes de Estado o lo habían sido. Precisamente en ese apartado se ubicó Sarah Ferguson, la sorpresa en la Abadía de Westminster.

La exesposa del Príncipe Andrés opacó la presencia de Meghan Markle y el Rey Juan Carlos, dos de los más incómodos presentes en la ceremonia. 

Sucede que Sarah Ferguson lleva casi 26 años divorciada del hijo menor de la Reina Isabel, pero debido a su estrecha relación con la difunta Monarca, recibió una invitación especial para acudir al evento y acompañar también a sus hijas, Beatriz y Eugenia de York.

Sarah Ferguson y su estrecha relación con la Reina Isabel

La excondesa de Inverness, a pesar de haber roto su matrimonio con el exduque de York, siempre mantuvo los encuentros con la Reina Isabel, a la que visitaba con asiduidad en el castillo de Balmoral. 

Esos encuentros se hicieron más fluidos desde el fallecimiento de Felipe de Edimburgo, con el que no tenía buenos tratos. Pero con la Reina Isabel, todo lo contrario. Incluso, lo manifestó cuando se enteró de la noticia, el pasado 8 de septiembre. 

Con un mensaje desde su cuenta de Instagram, Sarah Ferguson despidió con mucho afecto a la Monarca, a la que definió como "el ejemplo más fantástico de deber, servicio y constancia".

"Estoy devastada por el fallecimiento de Su Majestad la Reina. Ella deja un legado extraordinario: el ejemplo más fantástico de deber, servicio y constancia, y una presencia constante como nuestra Jefa de Estado durante más de 70 años. Ha entregado toda su vida desinteresadamente a la gente del Reino Unido y la Commonwealth. Para mí, ella era la suegra y amiga más increíble. Siempre le estaré agradecida por la generosidad que me mostró al permanecer cerca de mí incluso después de mi divorcio. La extrañaré más de lo que las palabras pueden expresar", escribió en las redes sociales.