CAROLINA DE MÓNACO

Así fue el peor verano de la historia de Carolina de Mónaco

Una vida repleta de desencuentros.
martes, 13 de septiembre de 2022 · 05:45

Hija de Raniero III y Grace Kelly, la Princesa Carolina de Mónaco atravesó una vida completa de exposición, con miradas intencionadas que buscaban llevarla a la portada de las revistas. Con encuentros y desencuentros, cada momento estuvo sujeto a la prensa del corazón.

Tenía apenas 23 años cuando, desoyendo a sus padres, la Princesa que había perdido su derecho al trono tras el nacimiento de su hermano Alberto, contrajo matrimonio con Philippe Junot, un playboy 17 años mayor que ella y que venía precedido de una larga lista de enredos amorosos. 

Carolina de Mónaco y Philippe Junot se casaron en 1978. Fuente: (Instagram).

Los rumores se confirmaron cuando fue fotografiado junto a la actriz Giannina Facio y el matrimonio con Carolina de Mónaco duró apenas dos años. 

En 1983, la hija mayor de Raniero III, príncipe soberano de un Estado católico, decidió volver a casarse, esta vez con el hijo de una adinerada familia de Milan: Stefano Casiraghi.

El enfrentamiento con El Vaticano que Carolina de Mónaco nunca olvidará

Pese a que hubo un pedido especial desde el Principado de Mónaco a la Santa Sede, a Carolina de Mónaco le negaron la anulación del matrimonio con Philippe Junot. Sin embargo, en 1983 se casó con Casiraghi, que la convirtió en madre por primera vez en 1984: nacía Andrea Casiraghi.

Sin resolver sus asuntos con El Vaticano, a pesar de que las negociaciones nunca cesaron, Carolina de Mónaco dio a luz en 1986 a Carlota Casiraghi y en 1987 a Pierre Casiraghi. 

Carolina de Mónaco, Stefano Casiraghi y sus tres hijos. Fuente: (Instagram).

Apenas siete años después de su unión, en 1990, un accidente náutico dejó trunca la vida de Stefano Casiraghi, dejando viuda a Carolina de Mónaco

Todavía no había menguado el dolor cuando el 1 de junio de 1992, el Papa Juan Pablo II le concedió la anulación de su primer matrimonio. Pero ya era tarde. El motivo de la nulidad fue atribuido a "la inmadurez del consentimiento" de Carolina de Mónaco en el momento de su casamiento con Junot.

En abril de 1993, un año después, el Papa reconocía, por decreto, como legítimos a los tres hijos de la Princesa y del fallecido Stefano Casiraghi.