Si hay algo cierto dentro de la familia Borbón es que la regla universal de “suegra versus nuera” es 100% real. La Reina Letizia y la Reina Sofía no tienen la mejor de las relaciones por más que las fotografías forzadas quieran darnos una imagen opuesta a esta verdad irrefutable.

Sea por su clase social, por la educación que recibieron desde niñas o por las presiones mediáticas, la Reina Letizia y la Emérita tuvieron siempre visiones diferentes de acompañar al hombre más importante de un país. Hoy puede que las imágenes nos demuestren una alianza, pero en el interior sabemos las asperezas más profundas que hay en esa relación.

Los episodios que marcaron distancia entre Letizia y Sofía de Grecia

Primero y principal, ¿cómo olvidar ese 1 de abril de 2018 a la salida de la Catedral de Palma de Mallorca? Dos manos entrelazadas, miradas compenetradas y un ligero reclamo que necesitó la intervención del Rey Felipe confirmó lo que para todos era un rumor. Suegra y nuera tenían una buena relación y las pruebas estaban a la vista.

Pero ese episodio podemos leerlo como la consecuencia de otros más. Por ejemplo, previo a ese evento en Mallorca ocurrió el Caso Noós, donde se marcó el distanciamiento rotundo de la Infanta Cristina. Aquí se produjo una doble separación, pues la Reina Sofía claramente apoyaba a su hija y la Reina Letizia jalaba para su propio lado, el de sus hijas y el futuro que les quedaba.

Ni hablar de los escándalos del Rey Juan Carlos. Corrupción e infidelidad son dos palabras que la Reina Letizia no está dispuesta a dejar pasar con una mera sonrisa, gesto que siempre levantó como bandera la Reina Sofía. Allí hay una gran diferencia, pues la Emérita jamás podrá aconsejar a su nuera en este sentido.

La Consorte con su esposo se propusieron limpiar el terreno ensuciado por el Rey Juan Carlos para que su hija, la Princesa Leonor, herede un buen legado. Eso de alguna manera aparta a la Reina Sofía, ya que sus valores no coinciden quizás con lo que ellos quieren propagar. De todos modos, la Reina Letizia y su suegra sostiene cordialidad, porque las cámaras siempre las seguirán apuntando como blanco.