El alto precio que el Rey Juan Carlos habría pagado por la Reina Letizia

No es un secreto que la Reina Letizia y el Rey Juan Carlos mantienen una relación un tanto tirante, por no decir inexistente; según la información concedida por los especialistas en Realeza, solamente se encargaban de tener un trato cordial -antes del exilio del exjefe de Estado- cuando las circunstancias y los diversos contextos los obligaban, pues desde que se conocieron la aversión entre ambos era evidente.

De acuerdo a los diversos reportes, el padre del Rey Felipe no habría tolerado ciertas actitudes de la Reina Consorte. Por su parte, ella no estaba de acuerdo con su accionar en determinadas cuestiones que podían deslustrar la imagen de la Monarquía española, pues la Reina Letizia y su esposo tuvieron el objetivo de cambiar radicalmente la percepción que siempre se tuvo de la Corona, propósito que no era compatible con los hechos que recaían sobre el Rey Juan Carlos.

La reciente visita del exsoberano a Sanxenxo habría avivado el fuego de aquella especie de rivalidad con la madre de la Princesa Leonor. De hecho, el Rey Felipe no habría sido capaz de perdonarle a su padre que, en reiteradas oportunidades, insinúe que la su esposa era las culpable de sus desgracias y, por supuesto, del exilio que lleva hace dos años en Abu Dabi.

Fue crucial para las relaciones familiares: padre e hijo enfrentados, con Letizia y Sofía el emérito ni siquiera habló, no vio a la nieta y el viaje de vuelta a Abu Dabi lo hizo en unas condiciones anímicas terribles.

De esta forma, Pilar Eyre desveló cómo fue el aquella misteriosa reunión que el Rey Juan Carlos tuvo con su hijo en Zarzuela que, al parecer, estuvo concentrada en un tema en principal y fueron los dichos que el suegro de la Reina Letizia se encargó de hacer circular: "Ha estado filtrando estos dos años de exilio, a través de amigos, dichos en los que el hijo y la nuera quedan como los malos de la película".

Es necesario mencionar que al Jefe de Estado tampoco le habría agradado demasiado el desinterés que tuvo su progenitor cuando fue cuestionado sobre si pediría perdón públicamente por todo lo sucedido. No obstante, lo que más le habría pasado factura al Rey Juan Carlos fue hablar de la esposa de don Felipe con total libertad y sin ningún tipo de reparo.