El ejemplo y la nueva razón que separa a Charlène de Mónaco del Príncipe Alberto

Otra vez los rumores no los dejan en paz. No les permiten ser. Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto, una vez más, se encuentran envueltos por una intensa oleada de chismes que no hacen otra cosa que erosionar la relación.

Por ahora, lo único cierto es que la sucesora de Grace Kelly y Alberto I están distanciados. Sí. Los separan más de mil kilómetros. Cuestiones de agenda, como se dice. Actividades que ambos cumplen por separado y con objetivos completamente distintos.

Mientras el Príncipe Alberto ha emprendido viaje a Atapuerca (España), para interiorizarse del trabajo minero que allí se realiza, Charlène de Mónaco decidió permanecer en el país para visitar la residencia de A Qietüdine, donde funciona un lugar de ancianos.

La princesa monegasca se ha dado un baño de masas. El cariño de quienes residen en el lugar ha sido evidente. Hasta lágrimas se han desprendido de sus ojos, iluminados por la belleza y simpleza de la ex nadadora olímpica.

Allegados a Charlène de Mónaco aseguran que está decidida a recuperar toda la popularidad perdida luego de permanecer alejada por más de 10 meses de su hogar a causa de un grave problema de salud. Para ello, tiene un modelo a seguir muy claro. Se llama Lady Di, la más amada princesa que haya habitado este planeta.

Es por esta razón que la princesa monegasca ha hecho una selección cuidadosa de los eventos a los que asiste y, también, a los que decide no ir. Sus últimas apariciones públicas son prueba de ello: visita al Papa Francisco y la Gala de la Cruz Roja, con una resonante ausencia al glamuroso y exclusivo Baile de la Rosa.

Los caminos de Charlène de Mónaco y del Príncipe Alberto corren por separado. Pero se espera que, en poco tiempo, contrario a todos los rumores, vuelvan a converger.