CHARLÈNE DE MÓNACO

Charlène de Mónaco rompe los estándares con el Príncipe Alberto como aliado

La Princesa de Mónaco no dejó de llamar la atención en una esperada cita internacional.
jueves, 21 de julio de 2022 · 03:30

Charlène de Mónaco ha mantenido una audiencia con el Papa Francisco, en la que ha llamado especialmente la atención la vestimenta de la Princesa. Medios internacionales han destacado el color del traje que escogió la Princesa para esta visita que realizó junto a su marido, el Príncipe Alberto

Charlène de Mónaco junto al Príncipe Alberto en el Vaticano. Fuente: (Instagram)

La vestimenta para el vaticano requiere traje y mantilla negros para aquellas mujeres que recibe el Papa en audiencia privada y las que reúnen algunos requisitos excepcionales pueden vestirse de blanco. Charlène de Mónaco, como católica y esposa de Alberto II de Mónaco, puede usar este privilegio, pero ha preferido presentarse con un vestido y una mantilla de color negro en la audiencia privada que ha mantenido con el Papa Francisco. 

Charlène de Mónaco junto al Príncipe Alberto. Fuente: (Instagram)

Por supuesto que la imagen ha sorprendido porque en sus anteriores visitas al Vaticano Charlène de Mónaco había usado el llamado “privilegio de blanco"; lo recordamos en 2013, cuando se presentó vestida con un traje y una mantilla de este color en una audiencia privada el sumo pontífice. En 2016 hizo lo mismo con un vestido de Dior durante su visita de Estado al Vaticano, también junto al Príncipe Alberto

El privilegio que desaprovechó Charlène de Mónaco

En esta última aparición en el Vaticano, Charlène de Mónaco ha roto todos los estándares previstos, como ya ha acostumbrado en los últimos meses luego de que estuviera ausentada de sus funciones en el principado y de recuperarse de una intensa fatiga emocional. Esta vez ha contado con el Príncipe Alberto como aliado. 

Charlène de Mónaco, de blanco, en una anterior visita al Vaticano

El llamado "privilegio de blanco" nació como una deferencia del Vaticano hacia las casas reales que se mantuvieron leales a la Iglesia católica y no sucumbieron a la ola protestante. En la actualidad, solamente gozan de este privilegio Charlène de Mónaco, la Reina Letizia, la Reina Sofía, la reina Matilde de Bélgica, Paola de Bélgica, María Teresa de Luxemburgo y Marina Doria.